Los puntitos negros
que aparecen en determinadas parte de tu rostro, son células muertas
mezcladas con sebo que se se alojan en los poros de nuestra piel,
obstruyéndolos y tomando un color oscuro, sumamente antiestético.
Aunque usualmente se
localizan en la famosa zona T, pueden sorprendernos en cualquier parte
del cuerpo. Sin embargo, puedes combatirlos con los siguientes consejos.
Lo primero que debes
hacer es limpiar tu rostro por las mañanas y las noches, ya que de lo
contrario seguirán apareciendo. El agua fría puede ser tu gran aliado
para tener los poros limpios y cerrados.
Las tiras adhesivas
son otra buena opción para quitar el punto negro del poro, aunque es
importante tener en cuenta que el agujero quedará abierto y expuesto a
recibir bacterias, aceites y células muertas.
Para evitar este
problema basta aplicar una loción astringente sobre el poro abierto con
un hisopo para desinfectar la zona, matar bacterias, y quitar el aceite y
suciedad de la superficie.
Los tratamientos
tópicos recomendados por un dermatólgo son otra opción. De acuerdo con
la Asociación Americana de Dermatología, son medicamentos que se aplican
directamente sobre la piel y que contienen sustancias como retinoides,
peróxido de benzoilo o ácido salicílico.
Estos tratamientos
ayudan a matar bacterias y reducir la cantidad de aceite, lo que los
hace ideales para tratar distintos tipos de acné, entre estos los puntos
negros.
El vapor de la ducha
del baño también puede ser tu gran aliado para remover los puntos
negros. El calor logrará que los poros se expandan y sea más fácil que,
haciendo una ligera presión en el área, vayan saliendo.
Las mascarillas
naturales son otra buena opción para combatir los puntos negros. Solo
tienes que mezclar yogur natural, limón y unas gotas de vinagre, dejar
actuar de 10 a 15 minutos y enjuagar con agua tibia.
Otro remedio para
acabar con los puntos negros es mezclar la clara de huevo con el jugo de
dos limones. Aplica esta mezcla en tu rostro y retira.
Prevenir es mejor que
curar. La piel es un caldo de cultivo para las bacterias y los fluidos
sebáceos, por lo que prevenir resulta el mejor antídoto a la hora de
eliminar los puntos negros.
Para eso, evita
frotar tu rostro, asegúrate de auditar tu ‘kit’ de maquillaje y cremas
faciales, y evalúa la posibilidad de darle un descanso a tu base.
Si el problema
persiste, lo mejor es consultar un dermatólogo para obtener un
diagnóstico personalizado y cremas especiales para tu tipo de piel.
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